Una de las cualidades de todo "biker" es la pericia que usa cada vez que se sube a su moto. Sabemos que ninguna distracción es posible o puede ser lamentable. ¿Pero que tal tu visión periférica?
Ojos al frente en todo momento, checar tus espejos, estar al pendiente de todo lo que sucede a tu alrededor y para el colmo de males, tener que esquivar taxis, microbuses o algún conductor imprudente que se cruce en tu camino.
Nada fácil, sin embargo, como lo mencionamos al comienzo de este artículo, una gran cualidad de todo buen "biker" es estar consciente de todo lo que sucede en sus inmediaciones.
Aquí un pequeño estudio del tiempo de concentración y de visión que se pierde cada vez que volteamos la mirada.
Nada más para comenzar, ¿Sabías que tan sólo con voltear la mirada del tacómetro al coche que llevas enfrente pierdes 0.7 segundos de visión panorámica?
De igual manera pierdes control de lo que sucede a tu alrededor.
Algunos podrían decir que ese tiempo no es nada, no es ni un segundo, ¿Qué podría salir mal en menos de un segundo? Si analizamos la relación tiempo - espacio. Si vamos a una velocidad de 50 km/h, en 0.7 segundos recorremos un trayecto de alrededor de 8 metros. A una velocidad de 90 km/h recorremos un trayecto de 17 metros. O sea que en menos de un segundo recorremos mucho camino a ciegas.
¿Aún sigues creyendo que en menos de un segundo no podría salir nada mal?
Ahora imagina todo el tiempo en que manejamos a ciegas mientras conducimos nuestras "máquinas".
La visión es la mejor herramienta que tenemos los "bikers" para controlar todo lo que sucede en el trayecto y poder actuar con los mejores reflejos posibles. Sin embargo, estas fallas de tiempo no son nada favorables para los amantes de la velocidad.
Una manera para reducir estas fallas que suceden al enfocar dos objetos en diferentes distancias nos puede ayudar si enfocamos el objeto más lejano posible, de esta manera podemos tener una visión periférica más alta y podemos estar más conscientes de lo que sucede en el camino.
Nuestra visión periférica de un objeto enfocado y completamente visible es muy angosta, sólo 2 grados, es por eso necesario hacer que nuestra visión periférica aumente.
Obviamente esto no quiere decir que te quedes mirando al infinito todo el tiempo, pero es una manera fácil de estar al pendiente de lo que sucede a tu alrededor. Entre menos voltees la mirada de manera extrema, mejor control tendrás del camino.
Es cuestión de práctica, si a partir de este momento haces cambios de mirada más suaves y lentos, se te hará una costumbre que a la larga agradecerás en un momento crítico de tu viaje.
¡Así es que a disfrutar del viaje, camaradas!
Prevenir antes que lamentar.
¡¡¡BUENAS RODADAS!!!
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